Hace algo más de seis años mi propósito de vida halló un soporte más real, al encontrarme visitando una tienda de decoración en el barrio Galerías de la ciudad. Tuve una conexión mística con el ambiente que crea a su alrededor una vela; su presencia, toda esa potencia almacenada en su interior esperando ser expresada, me vi identificada con ese potencial que habitaba en mi deseando ser compartido, fue desde entonces que inicié un emprendimiento de investigación y autoexpresión creativa dando origen a una técnica de cuidado, recolección, secado de flores y pétalos de la localidad que se encuentran en mi jardín, las cuales decoran velas y velones que irán a ambientar e inspirar espacios familiares o de trabajo.

Esta iniciativa inspiradora es un proceso permanente desde sus inicios incorporando aciertos, recomendaciones y necesidades de los clientes que han disfrutado nuestros productos.

En sus inicios fue necesario hacer un curso de fabricación de velas artesanales, haciendo énfasis en incorporarle fragancia a las velas, colores y stickers de imágenes decorativas. Es en el momento del confinamiento donde al estar con un mayor contacto del jardín de mi casa, veo la posibilidad de incorporar las flores que tengo a mi disposición, creando la necesidad de conocer el arte de inmortalizar flores y descubrir la técnica de aplicación en la cera.

En la actualidad existen dos líneas de productos decorados con la variedad de flores y pétalos nativos incorporados por medio del trabajo manual y artesanal.

Velas La Vasija ha sido un emprendimiento empírico, un proceso permanente de creación el cual nos ha llevado a una línea de producto enfocada a que nuestras velas sean medios para recordar en nuestros clientes estados de ánimo positivos y saludables.